El Parque Nacional Tierra de Fuego en Ushuaia, limita con Chile.
Fue creado en 1960 para preservar el bosque andino patagónico argentino.

Este parque muestra una de las zonas más australes del bosque subantártico y una porción de costas marinas.
Posee más de 60 mil hectáreas.
Sus tierras son bañadas por las aguas del Canal de Beagle.
El Parque Nacional Tierra de Fuego se encuentra dentro de la ciudad de Ushuaia a 11 kilómetros del área más poblada.
Desde el centro de la ciudad se pueden tomar diferentes paquetes turísticos para recorrer los puntos más atractivos del bosque.
Una manera común de ingresar es a través de un catamarán desde el puerto de Ushuaia hasta el embarcadero de bahía Lapataia.
Muchos de los visitantes optan por tomar el Tren del Fin del Mundo, que ofrece un pintoresco recorrido.
También se puede llegar en vehículo, ya sean autobuses de empresas turísticas o por medio de uno particular.
Dentro del parque existen diversas vías de acceso, en su mayoría deben realizarse caminando, por lo que el visitante debe llevar calzado y vestimenta adecuada para soportar el clima y las lluvias ocasionales.
El Parque Nacional Tierra de Fuego mantiene casi todo su territorio como reserva natural estricta, solo abre sus puertas al público en 2 mil hectáreas, intentando resguardar el lugar.

La explotación de este bosque en algún punto de la historia, puso en riesgo la zona. Con la creación del Parque Nacional Tierra de Fuego se logró conservar y recuperar la biodiversidad del lugar.
Solo 6 especies arbóreas soportan el clima. Predominan los bosques de lenga y guindo, musgos, juncales, helechos, y durante la primavera florece la orquídea de Magallanes.
El parque ofrece un paisaje glaciario, siendo único al combinar montañas, mar, bosques, arroyos, lagos originarios de glaciares y parte de la cadena montañosa de la cordillera andina.
La protección de las especies también es una prioridad, en esta zona habitan zorros colorados, nutrias marinas, guanacos, carpintero negro patagónico, cauquenes, macá, el cóndor andino, entre otros.
Además de la flora y fauna el parque también resguarda restos arqueológicos del pueblo aborigen yámana, lo cual representa un tesoro invaluable para la historia de tierra de fuego.