La majestuosidad de Cusco, con su fusión colonial e incaica

Cusco es considerada una ciudad de paso para algunos que tienen como destino principal Machu Picchu, pero nada más alejado de la realidad. Se necesitan por lo menos un par de días adicionales para recorrer los distintos atractivos que ofrece. Yo disfruté particularmente caminar por sus calles, ver las construcciones coloniales y apreciar las ruinas y la cultura Inca que aún se conserva.

Centro de Cusco
Fotografía: Toni Rivera

La región posee una gran historia, una que merece ser contada y apreciada. Es un lugar privilegiado por su ubicación geográfica y por esa razón fue escogida por antiguas civilizaciones para realizar increíbles construcciones de carácter religioso, recreativo, militar o agrícola.

La riqueza natural de Cusco

Para los amantes del ecoturismo, Cusco es un gran lugar para disfrutar. En la ciudad y sus alrededores conviven distintas organizaciones dedicadas a promover el patrimonio cultural, agrícola y a propiciar la preservación de la naturaleza. Los turistas no solo pueden conocer la región, sino que además se pueden unir a las causas de estas instituciones como voluntarios.

Pude observar que la conservación de la biodiversidad es primordial en Cusco, la población está impulsada por la visión de los antepasados, quienes aprovechaban los recursos naturales sin dañar el medioambiente. Para lograrlo, en la región están realizando estudios en jardines botánicos y siembras para cooperar en el cuidado medioambiental y resguardar los recursos.

Durante los días que estuve de visita en Cusco hablé con ciudadanos que desean llevar un turismo responsable o que realizan proyectos de cuidados al medioambiente, como los integrantes de la asociación Patronato Machu Picchu, quienes desarrollan programas junto a las comunidades. Entre sus trabajos se encuentran la conservación de especies de plantas andinas frente al cambio climático, además ofrecen educación a las personas locales para que puedan realizar emprendimientos de hospedajes comunitarios.

Para conocer la historia del lugar se pueden realizar visitas guiadas o buscar a locales que muestren la cotidianidad de la zona. Los turistas deben tomar en cuenta que para acceder a algunos de los lugares se requiere cierta condición física, debido a que muchas de las ruinas se encuentran a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca la falta de oxígeno. Todos podemos necesitar unos segundos para recuperar el aliento, en especial durante las subidas, pero es un privilegio detenerse de vez en cuando y admirar las vistas panorámicas que ofrece Cusco.

El casco histórico de Cusco, entre la cultura incaica y la colonial

Plaza de Armas, Cusco
Fotografía: Toni Rivera

La Plaza de Armas de Cusco es un punto de encuentro para muchos turistas, a su alrededor hay locales comerciales y algunas edificaciones coloniales muy hermosas como la Catedral de Cusco, la Iglesia de la Compañía de Jesús, el Museo de Historia Natural y el Templo del Triunfo. Además, a pocas calles se puede visitar el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo del Chocolate. La zona es un excelente lugar para encontrar un banco en una plaza y sentarse a admirar los cambios culturales que ha presenciado Perú.

En el centro histórico de Cusco también se encuentra uno de los templos más representativos de Perú: Qorikancha. Un lugar que experimentó una transformación durante la época de la colonia, cuando se intentaba silenciar la voz de los indígenas, enaltecer la corona española y evangelizar a la población nativa.

Los españoles lograron tapar los muros del Qorikancha con el Convento de Santo Domingo, pero un terremoto ocurrido en 1650 develó la construcción de la época incaica. Las paredes de grandes piedras perfectamente enlazadas no sufrieron daños, mientras el nuevo templo de construcción más moderno se deterioró, esto demuestra que las poblaciones indígenas de la región conocían a profundidad una técnica de arquitectura inmejorable.

Coricancha
Fotografía: Toni Rivera

Los muros no eran realizados únicamente con piedra, también era común usar oro para el revestimiento de los suelos, paredes y en la ejecución de figuras de plantas y animales que estaban colocados en el patio.

Caminar por los pasillos del lugar es invaluable, pude admirar la milimétrica precisión que se repite en todas las edificaciones de la zona, y que lograron sobrevivir al tiempo, pese a que muchas de ellas fueron desmontadas por partes por los españoles para construir sus edificios o para evitar que los indígenas siguieran rindiendo culto a los dioses como se hacía en Qorikancha.

Los yacimientos arqueológicos que continúan impresionando a través de los años

El Parque Arqueológico Sacsayhuamán, aunque se encuentra en ruinas, muestra los avances de los indígenas de la época, quienes diseñaron sistemas para la distribución del agua en todo el complejo.

Las grandes rocas que conforman algunas de las paredes hacen que cualquiera se sienta pequeño a su lado. Por sus dimensiones y el gran trabajo para su construcción, se estima que unos 20 mil hombres trabajaron en el lugar durante 50 años, lamentable durante la época de la conquista fue destruida una gran parte, quedando en pie solo un 20%.

En el lugar se empleó a gran escala la técnica de construcción de los incas con muros que pueden tener más de 9 metros de altura, realizados a partir de rocas que eran arrastradas con cuerdas desde las canteras.

Las cualidades del lugar demuestran que los incas no solo eran conocedores de los tipos de construcción, también tenían manejo de la astronomía, debido a las características de algunas de las construcciones como la disposición en línea recta de Sacsayhuamán y Qorikancha.

Estos espacios son considerados hoy en día sagrados por su pasado. Se puede sentir una energía especial que envuelve el ambiente y permite que nosotros como turistas nos sintamos en un sitio de gran importancia histórica y humana. Los antiguos incas también percibían las excelentes oportunidades de la zona, por esta razón construyeron diversos templos y lugares de descanso como Tambomachay, en donde se demuestra la precisión de los acueductos y cascadas que diseñaron, en esa ocasión para rendir culto al agua.

Otro de los atractivos arqueológicos es Qenqo, por sus galerías o laberintos subterráneos que aún se pueden observar pese a la destrucción que causó la época de la conquista. Entre sus mayores atractivos se encuentran las rocas talladas con figuras de animales, el espacio similar a un anfiteatro, el observatorio astronómico y un lugar donde aparentemente se realizaban sacrificios para ofrendar a los dioses a través de la sangre.

El Valle Sagrado de los incas

Uno de los territorios más completos en Perú para la producción agrícola es el Valle Sagrado. Es por esa razón, que los incas realizaron tantas construcciones en el lugar tanto religiosas, militares o de descanso de la realeza. Los diferentes lugares se encuentran separados entre sí, así que es recomendable contratar un servicio de guías turísticas para aprovechar al máximo los días en la región y conocer la historia que representa a la población cusqueña.

El Valle Sagrado de los incas posee una belleza singular natural y sus pueblos mezclan la cultura indígena con la española. En poblaciones como Chinchero y Pisac se puede observar artesanía típica y tejidos heredados a través de generaciones.

Ollantaytambo es uno de los complejos arquitectónicos más impresionantes, con edificaciones a diferentes niveles de la montaña y a los que se accede a través de 150 escalones. Está dividido en una zona de ceremonia y una de residencia, en esta última sus pobladores aún conservan las costumbres de sus antepasados y se demuestra cómo funciona la planificación urbana de los incas.

Toda la zona tiene reconocimiento mundial particularmente por Machu Picchu, por ser una de las más importantes ciudadelas de los incas. El acabado y ensamblaje de cada roca posee una perfecta precisión, que genera un misterio mayor a la historia de la obra maestra. La energía en lo alto de la montaña de la aldea permite conectarse inmediatamente con la madre tierra y, sin duda, la joya de la arquitectura es el punto álgido para culminar un viaje con toda la magia esperada.