Game of Thrones, un final perfecto y las críticas de los fanáticos

 

No se puede negar que Game of Thrones mueve pasiones. Millones de personas han visto la serie por casi diez años, pero ha sido la última temporada la que ha causado mucha polémica, moviendo las redes sociales como nunca antes, y hasta haciendo que los fans firmaran peticiones para un cambio de la historia. Pero ¿Se puede decir que tengan la razón? Pues, no. El Final de Game Of Thrones ha sido redondo.

Los personajes de la serie estaban estructurados desde el inicio para llegar a lo que llegaron. Solo hay que recordar o ver de nuevo muchos episodios, y lo más importante ver desde otra perspectiva a los personajes y a la historia en general. Lo que sucede con muchos de los fanáticos es que estaban deseando un final, su final soñado no llegó y no son capaces de aceptarlo.

Otro punto importante de los fans, es que no están analizando la historia, desmenuzándola e interpretándola como es debido. Lo relevante no es lo que yo quiero o lo que quieren otros, la historia estaba desde un principio, llevándonos y mostrando el camino, pero también exponiendo detalles falsos, para tampoco hacer tan obvio todo.

Más allá de la sorpresa que podría representar para algunos, muchos se han dejado llevar por las pasiones y por sus gustos. Y como la historia mundial nos ha enseñado, se han dejado llevar por líderes carismáticos, esos que atraen masas y que, en unas muchas ocasiones, no toman las mejores decisiones y destruyen pueblos.

El por qué de Daenerys

El personaje de Daenerys estaba encausado desde un principio a llegar a donde lo hizo ¿Fue impactante como quemó todo Desembarco del Rey? Sí ¿Fue una sorpresa? No. La madre de los dragones había demostrado que sus ansias de poder la iban a llevar a hacer una locura. Sus propios consejeros lo habían hablado en varias oportunidades. Khaleesi es un personaje visceral y pasional, demostrando el fuego de su casa en todo momento.

Lo que sucede con Daenerys es que es un personaje que enganchó, una líder carismática, que no solo conquistó a los súbditos que iba ganando de a poco, sino que conquistó a la audiencia, que quería verla sentada en el Trono de Hierro desde que salió desnuda a través del fuego con tres dragones. Por supuesto que el dramatismo de la situación influyó, y la convirtió en un personaje amado, interpretado magistralmente por Emilia Clarke.

La mayoría de los fanáticos se dividía entre Daenerys y Jon Snow para el trono. Pero vamos a hablar claro de la rompedora de cadenas, ella representa a una multitud de líderes mundiales, desde reyes, presidentes o dictadores que se han creído los elegidos para cambiar la historia de su pueblo y liberarlos de todo mal. Todos ellos con un ego enorme y unos pensamientos delirantes, que los hacía creer especiales y con un destino grandioso por cumplir.

Muchos de los fans, pensaron que se habían cargado al personaje, con el penúltimo episodio y con la reacción de Daenerys de quemar todo Desembarco del Rey, sin detenerse a pensar que ella lo podía hacer, sin necesitar la ayuda de unos guionistas entusiastas.

El personaje, muy bien estructurado, estaba hecho para eso y más. Así que no, su personaje no dio un vuelco de una última hora impulsado por productores codiciosos. Desde un principio había demostrado que era implacable, y lo que había ido sumando, las muertes, desengaños y envidias la llevaron a explotar su carácter al máximo.

El desarrollo de los personajes de Game of Thrones

Se debe comprender que el desarrollo de un buen personaje tiene variables, como las personas de la vida misma. Están los que como Sansa son inmaduros en un principio, y que en muchas ocasiones los fanáticos le desearon una muerte dolorosa, pero que con el pasar del tiempo y de las vivencias, maduró y alcanzó su potencial. Sansa comprendió qué era importante, aprendió en quién no confiar y asimiló todo lo que sus grandes maestros le enseñaron, Cersei, Little Finger y Tyrion.

Arya por su parte, siempre fue guerrera y aventurera. Y guiada por eso, recorrió medio mundo para aprender las mejores artes para vengar las muertes de los suyos. Pero el personaje de Arya también creció. Logró cumplir gran parte de su lista, pero aprendió también cuándo abandonar, para no dejarse llevar por la sed de sangre.

Están otros como Lord Davos que pese a las circunstancias no cambian su esencia. La muerte de sus hijos, de su hija putativa Shireen, del rey en quien creía, y mucho más, lo marcaron pero no lo cambiaron. Su personaje simplemente era constante, una persona de moral, de raciocinio, de equidad y de bondad. Al contrario de Daenerys, el no se dejó llevar por todo el dolor y rabia, claro no tenía el poder de ella, pero los humanos siempre encuentran la manera de sacar su peor forma, si quieren hacerlo, sin la necesidad de tener un trono prometido.

Los personajes de los Lannister

Con Jaime y Cersei me sucedió algo particular, a Cersei le deseaba, como muchos de los aficionados, una muerte con más sangre y dolor, su personaje se lo merecía, era mala y todos la odiaban.

Aunque Arya no llegó para asesinarla en una de sus formas retorcidas, la muerte de Cersei fue muy simbólica, estuvo luchando por un poder que la había envenenado más de lo que estaba, vio cómo todo se derrumbó, y en el último instante lloró y suplicó por su vida, así que sí sufrió, fue una de las peores muertes que podía tener, aunque no hubo un despliegue de sangre y terror.

Jaime por otro lado, me decepcionó, no por la escritura del personaje, porque en realidad el personaje era lo que era. Jaime decepcionó a un nivel casi de amistad, porque él había conquistado a la audiencia, pese a todo lo malo que había hecho. Y pensé que sería un personaje que se redimiría hasta el final, pensé que haría lo de Jon que, pese al amor, el honor le podría más.

Pero su personaje tenía sentido, por más que intentara remediar lo que había hecho, lo más importante para él siempre sería Cersei. Y no importa lo que deseara yo o el resto de la audiencia, simplemente fue un personaje que evolucionó, pero no lo suficiente para desencadenarse de su hermana.

Tyrion es el personaje favorito de muchos, siempre aportando comedia y sabiduría a partes iguales. No hay duda que este año Peter Dinklage estará nuevamente nominado a todos los premios por su interpretación. Su personaje maduró, pero también se mantuvo fiel a sus principios, que parecían pocos por muchos de sus comentarios, pero que a la hora de la verdad no era él quien traicionaba, todo lo contrario.

Jon Snow nunca supo nada

De las mejores frases en televisión, y de las que representa mejor a un personaje, siempre será “no sabes nada, Jon Snow”. Jon siempre fue bondadoso, preocupado por todos y protector. Pero también creía en las personas, y eso lo llevaba a no ser suspicaz en muchas ocasiones.

Como buena persona que es, cree que todos son honorables, y eso lo llevaba a quedar como si no entendía nada. Él solo no concebía, que a las personas las podían mover intenciones distintas, y que no todos podían ser tan nobles como él.

Su personaje también está muy bien desarrollado, él nunca quiso el trono, porque él no se sentía apropiado. Para comprenderlo hay que recordar el primer episodio y de la forma que fue criado, él siempre fue un bastardo y tratado como tal, así que no se sentía, no tanto capaz, sino merecedor. Estamos hablando de un joven que desde niño escuchó que nunca sería nada, que recibía las sobras de sus “hermanos”, y que fue tratado mal por la única mujer que podía atenderlo como una madre.

Pese a todo, Jon Snow no creció con rencor y eso habla de la capacidad de perdón del personaje, de humanidad y compasión. Él no quería ver a verdadera Daenerys, como muchos de los fans, porque la amaba, pero también por la clase de persona que era. Y por esa misma misericordia que lo movía, al final tuvo que elegir, era de los pocos que podía llegar a Dany, y era quien podía detenerla para evitar muchas más muertes.

¿Por qué Jon Snow no se queda con el trono?

Desde una perspectiva, se podría pensar que matando a Daenerys mataba también sus posibilidades de ser rey. Pensemos en que se convertiría en algo que no es, no solo era la corona que no quería, si llegaba a ser rey, luego de lo que hizo, sería un uno más para el pueblo, de esos que llegan matando y sacrificando vidas por las ansias de poder.

Pero a Jon no lo movía el poder, era la rectitud, y si llegaba al trono de esa forma, no sería un final feliz, sería una condena más grande que la de ser Guardia de la Noche, porque él siempre sabría que su reina era Daenerys, porque la amaba y era leal a ella. Eso lo mataría.

Pero sin importar lo que pensara el personaje pudieron haberlo dejado con el trono ¿Verdad? Sí, pero Game of Thrones habla de historias reales más allá de la ficción, y esa ficción termina cuando se da un paso hacia la democracia. Samwell propuso elecciones libres y populares, como hay hoy en día en gran parte del mundo, pero se rieron en su cara, no estaban preparados para eso aún, pero sí lo estaban para dar un paso y que un grupo pequeño eligiera a un nuevo líder, sabiendo que no sería heredado.

Eso es historia, como en muchos países del mundo con monarquía, por una o por otra razón, acabaron transformando su sistema de poder. Así que Game of Thrones habla de ese cambio, la última gran reina autoproclamada o por herencia sería Cersei, y no Bran. Brandon Stark, quedó como el primer gobernante electo por un grupo, aunque fuese llamado aún rey.

Bran fue otro personaje que se fue desarrollando durante todos los libros y capítulos. Para los que creen que no hizo nada y llegó al trono porque sí, recuerden que él, sin poder caminar llegó a traspasar el muro y a convertirse en el Cuervo de tres ojos, era su destino, él ya lo sabía ¿Qué lo hace más preparado que ver el pasado, presente y futuro? Bran estaba, desde hace varias temporadas, en mi lista de los posibles a sentarse en el trono, ahora fundido por la furia de Drogon.

Para los que creen que Bran es de los que mueven los hilos, para que los demás hagan y él quedarse con el poder, es que no entienden el personaje. Él mismo lo ha dicho, ya no es Bran, no siente como tal, no tiene necesidad de poder, y eso lo hace un buen candidato ¿Será el mejor? Pues no se sabe. Como dijo Tyrion, pregúntame en diez años. Porque eso mismo que lo puede convertir en buen gobernante, puede impulsarlo a tomar decisiones malas, solo por saber qué era lo que tenía que pasar.

¿El libro tendrá el mismo final?  

Muchos fanáticos han dicho que van a esperar el último libro de la saga Canción de Hielo y Fuego, porque piensan que George R. R. Martin lo hubiese hecho distinto. Y tal vez sea cierto, pero hay que pensar que, por lo general, en este tipo de producciones, no se toman a la ligera las historias, llegan a conclusiones junto con el escritor y toman en cuenta lo que este había planteado desde un principio. Los guionistas por lo general agregan y quitan a los libros, de acuerdo a la parte audiovisual, más allá de la historia en sí.

La novela, en este caso, debería tener el mismo final o uno muy parecido. Porque los personajes fueron desarrollados de cierta manera por una razón, detalles lanzados durante toda la historia llevan a esas conclusiones si nos detenemos a pensarlo mejor todo.

Ahora bien, el libro podría tener otro final, ya sea porque estaba pensado de otra manera desde un principio y los productores decidieron jugársela; ya sea porque se pensó desde que se desarrolló la serie llevarla por otro camino, para que el libro también tuviera sus sorpresas.

O podría resultar una decisión de última hora hacer otro final, para satisfacer a los fans enojados y salvar las ventas de los libros. Esta última opción no sería lo ideal, porque aunque la industria del entretenimiento se debe a su audiencia, no puede, porque es imposible, complacer cada pensamiento de millones de personas.

Y en caso de cambiar solo por satisfacer a las masas, convertiría la creatividad del escritor y todo el trabajo que tuvo con cada libro y con cada personaje, solo en un producto de ventas que cede al miedo de los fanáticos, y no como debería ser, permitir a la imaginación y al trabajo hacer lo suyo.

La gran producción de HBO

La ficción está para entretenernos, y aunque estemos o no de acuerdo con lo planteado en el final de Game of Thrones, debemos agradecer a cada persona que dieron años de sus vidas para llevar a la pantalla chica una historia tan cautivadora, que ha ganado millones de aficionados.

Hace algunos años, aprendí a jamás decir que es malo algo que lleva tanto trabajo, porque siempre hay muchos aspectos que se pueden rescatar, por lo menos en la mayoría de las producciones. Y en Game of Thrones, no solo hay fracciones rescatables, todo ha sido increíblemente bien hecho por años, las actuaciones, la producción, la dirección y hasta el guion, que ha dado tanto de qué hablar esta última temporada.

Sería presuntuoso calificar de mala una serie que ha sido excepcional, solo porque a algunos no le gusta el final. Cuando se ha disfrutado de tanto, y cuando tantas personas han puesto su sudor en todo ese trabajo, con el gran nivel de producción de Game of Thrones, solo hay que sentarse con un bol popcorn, encender el televisor y saborear los últimos minutos de una de las más grandes series de la televisión que se han hecho jamás. Así que únicamente queda decir, gracias a toda la familia de Game of Thrones por todos estos años de esfuerzo.